EL ESTATUTO DE ARAGÓN, GARANTÍA DE FUTURO.

A fecha de hoy y a estas alturas, todavía hay quien no se ha enterado de que la reforma del estatuto de Aragón es y ha sido un proceso de negociación política al más alto nivel. Primero aquí, en las Cortes de Aragón, y después en Madrid con los representantes de las Cortes Generales. Como ponente de mi partido que ha asistido a las reuniones negociadoras puedo afirmar y afirmo que el Partido Aragonés (PAR) como opción de centro aragonesista y sin ataduras a partidos estatales, ha jugado un papel esencial en la negociación favoreciendo el mejor resultado para Aragón. Hemos conseguido un Estatuto que nos sitúa en altas cotas de autogobierno. Hemos logrado concretar las conclusiones de autogobierno del dictámen aprobado por unanimidad por las Cortes de Aragón en el año 2003, y desarrollado un título competencial novedoso, una nueva clasificación competencial que mejora la de otros textos estatutarios. Mantenemos la reserva hidráulica de 6.550 hectómetros cúbicos y las cláusulas antitrasvasistas que nos obligan a defender siempre una posición clara y nítida en este asunto; permanece el carácter vinculante de los informes del Patronato del Archivo de la Corona de Aragón y, en otro orden de cosas, hemos sido capaces de lograr que la inversión de la Administración sea acorde a la superficie territorial de esta Comunidad Autónoma. Además, hemos profundizado en la relación bilateral que Aragón y la Administración General del Estado deben mantener para negociar nuestras reclamaciones financieras, estudiar las inversiones estatales o exigir el cómputo de la deuda que se mantiene con Aragón. He de recordar que en un encuentro oficial en Madrid (noviembre de 2006) el presidente del Gobierno central, José luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ante el presidente de mi partido, José Ángel Biel, a que antes de acabar 2006 se constituiría una comisión bilateral entre la Administración central del Estado y el Gobierno de Aragón para resolver la deuda enquistada desde hace años y creciente, día a día, al no haber sido saldada hasta la fecha. No vamos a aceptar más parones injustificados, ahora es el momento de cuantificarla una vez plasmada la reclamación en el Estatuto.

En el PAR estamos convencidos de que la reivindicación permanente del “máximo objetivo” es compatible con la política de negociación y el pacto, dos ingredientes absolutamente necesarios si queremos avanzar y progresar habida cuenta de las cinco fuerzas políticas que conforman el mapa político aragonés. Aquellos que se instalan de manera inamovible en la crítica por puros intereses partidistas, flaco favor hacen a esta tierra.

He de reconocer el enorme esfuerzo y capacidad del PAR, PSOE, PP e IU para llegar a acuerdos en Aragón tan necesarios como imprescindibles si queremos movernos en la dirección adecuada de cara a alcanzar un mejor futuro para todos. El Estatuto de Aragón no puede ser el Estatuto de un partido político, debe ser el Estatuto de todos, entre todos y para todos.Desde el Partido Aragonés hemos sido fieles a nuestro deber como representantes políticos de la sociedad aragonesa al trabajar bajo el denominador común de la defensa de Aragón impulsando el acuerdo y trazando la senda de progreso a seguir. Es lamentable que Cha prefiera estar con los que pretenden conseguir que el catalán sea obligatorio en Aragón como trámite previo a una política anexionista de parte de nuestro territorio, en lugar de sumarse a un gran pacto político y tirar del carro para que Aragón pueda ser una comunidad de primera división. Trabajando desde la responsabilidad, el esfuerzo y el compromiso me siento legitimado para realizar una valoración que apoyada en la razón de los hechos concluye con un resultado altamente positivo, productivo y de indudable éxito.

Artículo de Javier Allué, Portavoz del PAR en las Cortes de Aragón.