COMARCAS.

Resulta sorprendente comprobar la rapidez con la que se olvidan viejas y enconadas disputas. Por aquello de que el tiempo todo lo borra, resulta que ahora ya nadie parece recelar del proceso de comarcalización de Aragón. Incluso respetables, competentes y amigos corresponsales de información política dan ya por hecho que “la comarcalización se ha consolidado en estos últimos cuatro años”. Es lo que leía ayer al hilo de la aparición del libro publicado por la Fundación Economía Aragonesa (Fundear) y que fue presentado el lunes por el vicepresidente del Gobierno, José Ángel Biel.

Celebro que la división administrativa de Aragón en 33 comarcas sea, al fin, celebrada por unos y otros. Hay que decir, sin embargo, que las comarcas sólo han recibido el primer paquete de competencias de los tres previstos. Que llevan cuatro años de corta vida y que, por lo tanto, siguen en proceso de crecimiento. La consolidación se atisba en el horizonte cercano y es probable que se haga realidad en el cuatrienio de la legislatura que se iniciará tras las elecciones del próximo 27 de mayo. 

Las informaciones destacaban, al margen del gasto que han supuesto las comarcas a las arcas de la DGA, un dato que es clave en este asunto. Las comarcas tienen como objetivo garantizar el mismo nivel de vida en cualquier lugar de Aragón. Todavía en su corta vida, las instituciones comarcales están demostrando que este objetivo se puede cumplir con su puesta en marcha y hasta no es exagerado afirmar que ya son patentes cuantiosos logros en este sentido.

Las comarcas han movido a los pueblos a mirar por sus intereses de una manera bien distinta a las que tenían las no del todo clausuradas mancomunidades. Con las comarcas, las miras son más elevadas. Estos primeros cuatro años han sacado a la luz, por ejemplo, numerosas inquietudes e iniciativas culturales que parecían impensables hace muy poco tiempo. Y en los cuatro años de la próxima legislatura cabe esperar que en esta línea se alcancen nuevas cotas en las comarcas. Con ellas crece el nivel de vida general de nuestros pueblos. Parece una verdad incuestionable, aunque algunos se resistan a aceptarla. Pero ya ven, algunos profesionales de la información dan por hecha la consolidación de las comarcas en sus primeros cuatro años de vida. Todo un récord. 

Artículo de Ramón Mur, publicado en Diario de Teruel el 28 Febrero de 2007.