L. Q. Q. D.
Se había especulado sin descanso sobre la decisión que adoptaría Biel. Algún periódico se anticipó a anunciar que su respuesta, la de ayer, sería afirmativa al ruego que la Ejecutiva de su partido le hizo en junio, por unanimidad, para que considerara la posibilidad de encabezar las dos listas. Pero nadie supo nada antes de que el líder aragonesista hablara en el momento que creyó oportuno.
Antes de la multitudinaria rueda de prensa de ayer, se hicieron comentarios para todos los gustos. Que si el PAR está bajo mínimos y no tiene otro remedio que acudir a Biel para que cubra los dos flancos electorales más importantes. Otros consideraban que hacer ‘doblete’ es demasiada audacia, no exenta de riesgos, y que Biel demostraba, con tal decisión, excesiva ambición de acaparar cargos institucionales y poder. La realidad, sin embargo, dice que el presidente aragonesista es el único político de Aragón con capacidad para adoptar una determinación semejante. En otras palabras, sólo el PAR dispone de un líder con tan larga trayectoria política como la de Biel, que está libre de las ataduras de otros candidatos. No le faltan enemigos y detractores al veterano político turolense. Tampoco podría ser de otra forma después de más de 30 años de brega. Pero, como él mismo dijo ayer, su gestión institucional apenas recibe contestaciones justificables.
Después de las expectativas que había despertado su comparecencia pública, después de tantas especulaciones como se habían dicho y escrito, la observación que me parece más ajustada es que Biel dijo “lo que quiso decir” (L. Q. Q. D.). Y conste que en la alta política no siempre es fácil decir y hacer lo que uno quiere. Para Biel, en cambio, a estas alturas de la vida, entraña poca dificultad hablar cuando le parece oportuno. Estamos ya a las puertas de la campaña electoral en la que el líder del nuevo PAR puede ser uno los revulsivos para el adormecido electorado aragonés.
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