EL PAR REDACTA UN MANIFIESTO POR LA DEFENSA DE LOS FUEROS DE ARAGÓN.
Hace justo 300 años, el 29 de junio de 1707, Felipe V promulgaba el primero de los llamados “Decretos de Nueva Planta”. Entre 1707 y 1711 iban a quedar abolidos prácticamente todos los Fueros de Aragón, salvo los relativos a asuntos entre particulares.
Se quebraba así, de forma abrupta, casi medio milenio de Fueros, nacidos en 1247 en la Corte General de Huesca bajo el reinado de Jaime I, y aumentados y mejorados en siglos posteriores.
Aquellos reyes de Castilla no soportaban, por más tiempo, un sistema de gobierno en el que las leyes eran pactadas, y los monarcas no imponían su autoridad absolutista.
Subyacía la misma pugna que había llevado a Felipe II a ordenar la decapitación de Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, a finales del siglo XVI.
Pero los derechos forales de Aragón subsistieron en el Código Civil Español de 1889, y se mejoraron en la Compilación del Derecho Civil de Aragón de 1967, para quedar consagrados en la Constitución de 1978.
En los últimos años, las Cortes de Aragón han venido legislando y revisando el derecho civil aragonés, en asuntos de tanta cercanía e importancia como las sucesiones o el régimen económico matrimonial y viudedad.
No es exagerado afirmar que los Fueros legitiman, por sí solos, la propia existencia de la Comunidad Autónoma de Aragón como territorio con identidad propia, su Estatuto de Autonomía y las competencias en materia de Derecho civil. Como dijo Joaquín Costa, “Aragón se define por su derecho”.
En este 300 aniversario de la primera abolición de los Fueros de Aragón, el Partido Aragonés quiere rendir homenaje y reconocimiento a todos los hombres y mujeres que en estos casi mil años de Derecho foral, han defendido la justicia, la igualdad, el pacto,la ley, el autogobierno y la identidad propia de Aragón. Ideales por los que el Partido Aragonés renueva hoy su compromiso de trabajar ante la ciudadanía aragonesa.
Se quebraba así, de forma abrupta, casi medio milenio de Fueros, nacidos en 1247 en la Corte General de Huesca bajo el reinado de Jaime I, y aumentados y mejorados en siglos posteriores.
Aquellos reyes de Castilla no soportaban, por más tiempo, un sistema de gobierno en el que las leyes eran pactadas, y los monarcas no imponían su autoridad absolutista.
Subyacía la misma pugna que había llevado a Felipe II a ordenar la decapitación de Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, a finales del siglo XVI.
Pero los derechos forales de Aragón subsistieron en el Código Civil Español de 1889, y se mejoraron en la Compilación del Derecho Civil de Aragón de 1967, para quedar consagrados en la Constitución de 1978.
En los últimos años, las Cortes de Aragón han venido legislando y revisando el derecho civil aragonés, en asuntos de tanta cercanía e importancia como las sucesiones o el régimen económico matrimonial y viudedad.
No es exagerado afirmar que los Fueros legitiman, por sí solos, la propia existencia de la Comunidad Autónoma de Aragón como territorio con identidad propia, su Estatuto de Autonomía y las competencias en materia de Derecho civil. Como dijo Joaquín Costa, “Aragón se define por su derecho”.
En este 300 aniversario de la primera abolición de los Fueros de Aragón, el Partido Aragonés quiere rendir homenaje y reconocimiento a todos los hombres y mujeres que en estos casi mil años de Derecho foral, han defendido la justicia, la igualdad, el pacto,la ley, el autogobierno y la identidad propia de Aragón. Ideales por los que el Partido Aragonés renueva hoy su compromiso de trabajar ante la ciudadanía aragonesa.
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